Durante la Administración de Enrique Peña Nieto se dejó morir el sistema nacional de refinación y esta situación podría hacerse crónica si no se invierte en recuperar las seis refinerías que tiene el País, advirtieron especialistas.
Actualmente el sistema nacional de refinación opera apenas al 40 por ciento de su capacidad y dos refinerías están fuera de operación desde la administración pasada.
Del periodo 2012 a 2018, la capacidad de refinación de gasolinas de Cadereyta cayó 33 por ciento. En Madero cayó 90 por ciento, Minatitlán 62, Salamanca 24, Salina Cruz 41 y en Tula 53 por ciento.
Por esa razón, al cierre de 2018, el 78 por ciento del consumo de gasolina se cubrió con importaciones.